Son 29, pero podrían ser cincuenta o cien, tantos fueron los creadores y las creadoras del fútbol-arte que se juega en Brasil. Dioses o héroes, ídolos de varias generaciones, también pueden verse como ángeles en una catedral donde se venera el invento, la poética y la magia del juego. Verdaderas obras de arte barroco.

 

BEBETO Salvador, Bahia, 1964 
 
Excelente delantero, especialista en jugadas al primer toque, en velocidad, siempre hacia la portería. Sucesor de Zico en Flamengo y socio ideal de Romário en la campaña del tetracampeonato en 1994. También jugó en el Vasco, Botafogo y clubes de España, México, Japón y Arabia Saudita. 
 

Fotos: Fabio M. Salles / AR e Ivo Gonzalez / Agência O Globo 
 
 
CARLOS ALBERTO TORRES Río de Janeiro, RJ, 1944 – Rio de Janeiro, RJ, 2016  
 
El “Capitán del Tri”, como se le conoció después de 1970, continúa siendo el modelo perfecto del lateral moderno que sigue a la generación de Nílton Santos. Técnica refinada, elegancia, equilibrio, tan eficaz en la defensa como en la creación de juego y acciones ofensivas. Fluminense, Santos, Botafogo y Cosmos de Nueva York fueron los clubes donde jugó. 
 

Foto: Equipo AE / AE / Derechos Reservados 
 
 
CRISTIANE Osasco, São Paulo, 1985 
 
Mayor goleadora de los Juegos Olímpicos, entre hombres y mujeres, tiene habilidad para finalizar con el famoso bamboleo brasileño. Medallista de plata en los Juegos Olímpicos de Atenas (2004) y Beijing (2008). Subcampeona en el Mundial de 2007. Oro en los Juegos Panamericanos de Río (2007) y de Toronto (2015). Jugó en el Santos, donde ganó dos Libertadores (2009 y 2010), en el Paris Saint-Germain (Francia), y fue la primera brasileña en disputar la Bundesliga (campeonato alemán). En 2019 regresó a Brasil para jugar en el São Paulo. 
 

Fotos: AMA / Corbis vía Getty Images y Stuart Franklin / FIFA vía Getty Images 
 
 
DIDI Campos, Río de Janeiro, 1929 – Rio de Janeiro, RJ, 2001 
 
El regate sinuoso, el pase con efecto y la 'folha-seca' (hoja seca) son algunas de las aportaciones de su estilo al fútbol bicampeón del mundo. La crónica internacional lo consideró el mejor jugador del Mundial de 1958 - él, que era uno de los supervivientes del fracaso de 1954. Jugador frío y cerebral, su presencia en el campo tenía, para Nelson Rodrigues, la nobleza de un “príncipe etíope de rancho”. 
 

Fotos: Alberto Ferreira / CPDoc JB y Revista El Gráfico Argentina / Derechos Reservados 
 
DJALMA SANTOS São Paulo, SP, 1929 – Uberaba, MG, 2013 
 
Sólo necesitó un partido, la final contra Suecia, para convertirse en el mejor lateral derecho del Mundial de 1958. Cuatro años después, cuando ya era titular absoluto, ganó el bicampeonato en Chile. En 1963, fue el único brasileño de la selección de la FIFA que se enfrentó a Inglaterra en la celebración del centenario del fútbol. Crac de la Portuguesa y del Palmeiras, logró varios títulos estatales y nacionales. Equilibrio, raciocinio rápido, técnica y vigor físico. Era excelente en el apoyo. A la hora del marcaje, era implacable y nunca aprovechaba las faltas para anular a un rival. 
 

Fotos: Alberto Ferreira / CPDoc JB 
 
 
FALCÃO Abelardo Luz, Santa Catarina, 1953 
 
El creador de juego más destacado de su generación, que reunía todas las cualidades que requería el fútbol total, solidario, de principios de los años 80: creatividad, dinámica, conocimiento táctico, poder ofensivo. Fue coronado “Rey de Roma” después de cinco años jugando en Italia. Empezó en el Internacional gaucho y se despidió en el São Paulo. 
 

Fotos: Anibal Philot / Agência O Globo y Almir Veiga / CPDoc JB 
 
 
FORMIGA Salvador, Bahia, 1978 
 
Presente por más de veinte años en la Selección Brasileña, es la atleta con mayor número de convocatorias y la única que participó en siete Mundiales y seis Juegos Olímpicos. Con pases rápidos y precisos, buenas barridas y una visión de juego diferente, la volante jugó en el Malmö FF Dam (Suecia), Santos, São Paulo, Paris Saint-Germain (Francia) y São José (São Paulo), donde ganó tres veces la Copa Libertadores y un Mundial de Clubes. Conquistó la plata en Atenas (2004) y Beijing (2008), y el oro en los Juegos Panamericanos de 2003, 2007 y 2015.  
 

Fotos: Julian Finney / Getty Images / Simon Bruty / Sports Illustrated / Getty Images 
 
 
GARRINCHA Pau Grande, Río de Janeiro, 1933 – Rio de Janeiro, RJ, 1983 
 
Más que un crac, un fenómeno. Más que un fenómeno, un símbolo. De cómo lo imposible —como el país donde nació— puede volverse posible: piernas torcidas, analfabeto, inmaduro, vida desordenada, repertorio de jugadas limitado a un regate predecible por la derecha. A pesar de todo ello, fue uno de los más grandes de todos los tiempos y lugares. Bicampeón mundial (el segundo título fue una obra principalmente suya), jugaba como si fuera una diversión. Y, divirtiéndose, se convirtió en un arma temida por todas las defensas del mundo. 
 

Fotos: Equipo AE / AE / Derechos Reservados 
 
 
GÉRSON Niterói, Río de Janeiro, 1941 
 
El “Canhotinha de Ouro” (Zurdo de Oro) es uno de los pocos jugadores brasileños que con su zurda imponía un arte sofisticado con la pelota. Pero, a diferencia de la mayoría, él era un entrenador en el campo, un centrocampista estratégico, un organizador, un maestro en la visión del juego. Tricampeón en la selección en México, en 1970, también jugó en el Flamengo, Botafogo, São Paulo y Fluminense. 
 

Fotos: Equipo AE / AE / Derechos Reservados 
 
 
GYLMAR Santos, São Paulo, 1930 – São Paulo, SP, 2013 
 

La serenidad —en una posición donde, además de la soledad, el portero es un ser permanentemente traicionado por los nervios— fue decisiva para el bicampeonato brasileño en Suecia y Chile. Serenidad combinada con buenos reflejos, mirada atenta, manos firmes y elasticidad para grandes vuelos. 
 

Foto: Equipo AE / AE / Derechos Reservados 
 
 
JAIRZINHO Río de Janeiro, RJ, 1944 
 
Marcó goles en todos los partidos de Brasil durante el victorioso Mundial de 1970, cuando estaba en su mejor momento física y técnicamente. Su ímpetu, sus carreras hacia la portería, la forma en que vencía a los defensas que enfrentaba justifican el apodo que recibió: “Furacão da Copa” (Huracán del Mundial). Revelación del Botafogo, también jugó en el Cruzeiro (Minas Gerais) y en Francia, Venezuela y Ecuador. 
 

Foto: Equipo AE / AE / Derechos Reservados 
 
 
JULINHO BOTELHO São Paulo, SP, 1929 – São Paulo, SP, 2003 
 
Por mala suerte (jugó en Italia en 1958 y se lesionó en 1962), no participó en los dos Mundiales que ganó Brasil. Aun así —rápido, con un notable regate corto, creativo, fuerte disparo— se consagró como el extremo derecho más completo de Brasil y uno de los mejores del mundo. Campeón en la Portuguesa y Palmeiras. Ídolo —y también campeón— de la Fiorentina italiana. Con una actuación espectacular, transformó en ovación uno de los mayores abucheos jamás escuchados en el Maracaná, cuando, un año después de ganar el primer Mundial, sustituyó a Garrincha en un partido amistoso con Inglaterra. 
 

Fotos: Folha Imagem / Derechos Reservados 
 
 

 
MARTA Dois Riachos, Alagoas, 1986 
Con un potente zurdazo y una velocidad envidiable, su habilidad la convirtió en la única jugadora elegida mejor del mundo por la FIFA en seis ocasiones, además de lograr el título de máxima goleadora de la Selección Brasileña, al superar la marca de más de cien goles anotados en 2015 —hazaña sin precedentes entre hombres y mujeres—. Medallista de oro en los Juegos Panamericanos de 2003 y 2007. Jugó en el Umeå IK (Suecia), donde ganó la Liga de Campeones de la UEFA (2004), en el Santos, donde ganó la Libertadores (2009) y la Copa de Brasil (2009), en el FC Rosengård (Suecia) y en el Orlando Pride (EE. UU.). 
 

Fotos: GLYN KIRK / AFP / Getty Images / MICHAEL BUHOLZER / AFP / Getty Images 
 
 
NÍLTON SANTOS Río de Janeiro, RJ, 1925 – Rio de Janeiro, RJ, 2013  
 
Llamado “Enciclopedia del Fútbol”, era la combinación perfecta entre el estilo clásico de Domingos da Guia, que lo precedió, y el rol de lateral participante, ofensivo, de Carlos Alberto Torres, que lo sucedió. Nílton Santos, por su talento (y su vocación de delantero que trajo de los partidos informales en Flecheiras), fue el primer lateral en proyectarse conscientemente en el campo rival, una audacia no permitida hasta entonces. Jugador de toda la vida del Botafogo, fue titular absoluto en las selecciones que dieron a Brasil sus primeros títulos mundiales. 
 

Foto: Colección Roberto Porto / Derechos Reservados 
 
 
PELÉ Três Corações, Minas Gerais, 1940 – São Paulo, SP, 2022 
 
Atleta del siglo, Rey, el más grande de la historia, genio, prueba viviente de que la perfección existe; ha sido muy alabado. Perfecto en el regate, el pase, los pases cortos, el cabezazo, el disparo y en marcar goles. Su talento es la preciosa fusión de lo bello con lo eficiente, de lo inventivo con lo irresistible. Además de ganar tres Mundiales, dos mundiales de clubes, innumerables títulos estatales y nacionales, batió un récord: los 1.282 goles que marcó. Después de terminar su carrera en Brasil, asumió otro desafío: hacer que a los estadounidenses les gustara el fútbol. 
 

Fotos: Alberto Ferreira / CPDoc y Equipo AE / AE / Derechos Reservados  
 
RIVALDO Recife, Pernambuco, 1972 
 
Un centrocampista ofensivo, de cuyos regates cortos, movimientos de cuerpo, jugadas al primer toque y tiros certeros dependió mucho la selección brasileña para ganar el pentacampeonato. Su primer club fue el Santa Cruz, luego pasó por el Mogi Mirim, Corinthians y Palmeiras. Posteriormente fue campeón en España, Italia, Grecia y Uzbekistán. De regreso a Brasil, en 2011, jugó en el São Paulo, São Caetano y Mogi Mirim. 
 

Fotos: Paulo Pinto / AE y Robson Fernandjes / AE 
 
 
RIVELLINO São Paulo, SP, 1946 
 
Por la eficacia de su zurda, hubo quienes lo compararon con Gérson. Pero ni Rivellino era tan táctico ni Gérson tan ofensivo, diferencias evidentes cuando estuvieron juntos en la campaña del tricampeonato. Supercrac, ídolo del Corinthians y del Fluminense —de cuya “Máquina Tricolor” fue la estrella principal—. Su último año de actividad fue en el Al Hilal de Arabia Saudita. 
 

Fotos: Equipo AE / AE / Derechos Reservados 
 
 
ROBERTO CARLOS Garça, São Paulo, 1973 
 
Dueño de un disparo muy potente, capaz de hacer viajar la pelota a una velocidad de 120 km/h. Excelente lanzador de faltas, el lateral jugó en la selección brasileña entre 1992 y 2006, y participó en la conquista del Mundial de 2002. Fue bicampeón brasileño con el Palmeiras (1993 y 1994) y tres veces campeón de la Liga de Campeones de la UEFA con el Real Madrid (1998, 2000, 2002). 

 

Fotos: Robson Fernandjes / AE y Shaun Botterill / Allsport / Getty Images 
 
 
ROMÁRIO Río de Janeiro, RJ, 1966 
 
Rápido, decidido, oportunista, preciso, el último representante exitoso del center-forward tradicional, que tiene como campo de acción el área de penal del rival y rara vez proyectándose desde más atrás. Fiel a este estilo, anotó más de mil goles en clubes de Brasil, Holanda, España y Qatar. Elegido mejor jugador del Mundial de 1994. 
 

Fotos: Tasso Marcelo / AE y Paulo Pinto / AE 
 
 
RONALDINHO GAÚCHO Porto Alegre, Rio Grande do Sul, 1980 
 
Se reveló a los 17 años en el Grêmio (Rio Grande do Sul) y llegó pronto a la selección. Fue uno de los regateadores más técnicos y creativos del mundo. Brilló en el Paris Saint-Germain, Barcelona y Milán. Luego en el Flamengo y el Atlético Mineiro, donde ganó la Copa Libertadores de América en 2013. 
 

Fotos: Nilton Fukuda / AE y Alex Silva / AE 
 
 
RONALDO Río de Janeiro, RJ, 1976 
 
Los italianos lo llamaron “Fenómeno”, término que se convirtió en su apellido. Destacado delantero. Con sus carreras hacia la portería, modernizó el papel de delantero centro que desempeñaba Romário, del que fue suplente en 1994. Elegido tres veces el mejor del mundo, jugó en Holanda, España e Italia. Pentacampeón en 2002, fue el máximo goleador del Mundial. Regresó a Brasil en 2009, convirtiéndose en uno de los ídolos del Corinthians. 
 

Fotos: Joedson Alves / AE y Robson Fernandjes / AE 
 
 
SISSI Esplanada, Bahia, 1967 

 
Formó parte de la primera selección femenina en 1988, reinó en los años 1990. La clásica camiseta 10: creadora de juego, comandante en el campo. Fue la máxima goleadora del Mundial de 1999, con siete goles. En 2000, fue considerada la segunda mejor jugadora del mundo. Es la única brasileña en formar parte de FIFA Legends, además de ser la autora del primer Gol de Oro en la historia del Mundial de Fútbol Femenino. 
 

Fotos: Tony Marshall / EMPICS vía Getty Images 
 
 
SÓCRATES Belém, Pará, 1954 – São Paulo, SP, 2011 
 
Técnico e inteligente, el “Doctor” (licenciado en medicina) siempre descubrió entre el mediocampo y el ataque el lugar donde tácticamente mejor servía a su equipo: el Botafogo de Ribeirão Preto (São Paulo), Corinthians (en el que fue tricampeón), Flamengo, Santos, Fiorentina de Italia, selección brasileña. Los dos Mundiales perdidos en 1982 y 1986 no le quitaron el brillo de ser uno de los grandes de los años 80. 
 

Fotos: Reginaldo Manente / Equipo AE / AE / Derechos Reservados 
 
 
TAFFAREL Santa Rosa, Rio Grande do Sul, 1966 
Uno de los porteros más conscientes de Brasil, conocedor de lo mucho que requiere la posición en términos de entrenamientos especiales, físicos y psicológicos. Pocos se preparaban tanto y tan bien. Por eso logró detener penales decisivos, uno de ellos en la final, en 1994, contra Italia, cuando Brasil se convirtió en tetracampeón. Revelado por el Internacional (Rio Grande do Sul), fue el primer portero brasileño en hacer carrera en Europa, jugando en Italia y Turquía. 
 

Fotos: Celio Jr / AE y Paulo Pinto / AE 
 
 
TOSTÃO Belo Horizonte, Minas Gerais, 1947 
 
Al verlo convertirse en tricampeón en 1970, el periodista escocés Hugh McIlvanney vaticinó que su perfil de crac sería adoptado por el mejor fútbol en el siguiente Mundial. De hecho, aunque Tostão no estaba en él (abandonó su carrera un año antes), su visión de juego, su ocupación de espacios, su constante alternancia de posiciones, su inteligencia táctica, todo ello ejercido con una refinada técnica individual, lo convirtieron en el jugador más moderno de su época y en un anticipo de lo que mostraron Johann Cruyff y su “carrusel holandés” en 1974, en Alemania. 
 

Fotos: Archivo / Agência O Globo / Derechos Reservados 
 
 
VAVÁ Recife, Pernambuco, 1934 – Rio de Janeiro,RJ, 2002 

 
Un rompedor de defensas, fuerte, valiente, que enfrentaba a los defensas más duros, pero que no debe confundirse con otros jugadores de estas características, los llamados “tanques”. Además de su vigor físico y su valentía, Vavá también utilizó su técnica, que lo ayudó a convertirse en el máximo goleador de Brasil en las victorias de 1958 y 1962. 
 

Fotos: Derechos Reservados y Revista El Gráfico Argentina / Derechos Reservados 
 
 
ZAGALLO Maceió, Alagoas, 1931 – Rio de Janeiro, RJ, 2024 
 
Zagallo es un ganador. Más aún, en la historia del fútbol mundial, uno de los mayores coleccionistas de títulos: dos veces campeón del mundo como jugador, una vez como entrenador y otra como asistente técnico. También es un trabajador incansable. Por su fútbol sencillo, práctico, solidario, inteligente y trabajador, fue apodado “Formiguinha” (Hormiguita). Crac de una generación destinada a ganar. Como él mismo. 
 

Fotos: Derechos Reservados 
 
 
ZICO Río de Janeiro, RJ, 1953 
 
Un sofisticado programa de acondicionamiento físico transformó al delgado niño, que llegó al Flamengo en 1971 para entrenar , en un atleta y luego en el mayor ídolo de la historia del club. Técnica refinada. Regates, carreras hacia la portería, pases cortos en velocidad, tiros libres, instinto goleador, no le faltaba ningún fundamento. La falla de un penal en el partido que eliminó a Brasil en el Mundial de 1986 no le permitió incluir en su biografía el capítulo de consagración definitiva que se merecía. 
 

Fotos: Sergio Sade / Placar / Dedoc Abril e Hipólito Pereira / Agência O Globo 
 
 
ZIZINHO São Gonçalo, Río de Janeiro, 1921 – Niterói, RJ,2002 
 
El jugador brasileño más completo de las décadas de 1940 y 1950. No por casualidad lo llamaban “Maestro”, incluso los rivales. Tampoco es casualidad que fue el modelo de crac en el que se inspiró Pelé cuando lo conoció de cerca, en 1957, año del debut del chico de 16 años en el Santos y del éxito del veterano de 36 años en el São Paulo. Anteriormente, Zizinho había jugado en el Flamengo y Bangu. Maestro en la creación de jugadas, pases, regates cortos, posicionamiento táctico, remate, fue elegido mejor jugador del Mundial de 1950, cuando un periodista italiano vio en él a un Leonardo da Vinci “creando obras maestras con los pies”.