“Durante 21 años, Marta vistió la camiseta amarilla en 183 partidos y marcó 119 goles, por lo que se convirtió en la máxima goleadora de Brasil, entre hombres y mujeres. Incluso superó a Pelé, Ronaldo y Zico. Jugó en seis Mundiales, pero nunca levantó la copa del Mundial de Fútbol. Peor para la Copa. Ella se lo pierde. La estrella de Dois Riachos produjo infinitos accesos a nuevos universos y aportó a nuestra sociedad la mayor riqueza de todas: la posibilidad de desear. Marta hizo lo que hizo sin que le dieran derecho a soñar. Lo hizo por terquedad, rabia, obstinación y pasión. Mandó al diablo la feminidad sumisa y mostró que jugar al fútbol es un derecho de todas. Hizo su revolución sin saber bien hacia dónde iba, como de hecho se suelen hacer las revoluciones”.
Milly Lacombe