RITO DE PASO


Fue el mayor silencio jamás escuchado en el país, al son de los latidos rítmicos de miles de corazones. En 1950 construimos el Maracanã, con la certeza de que ganaríamos el Mundial de Fútbol. Sin embargo, hubo una derrota muy dolorosa: Uruguay ganó el partido decisivo por 2 a 1. Un empate nos bastaría para ser campeones. Pero no lo fuimos. Desde entonces, sin embargo, el fútbol brasileño superó el trauma y empezó a acumular sus grandes triunfos.